
Cómo hacer las mejores patatas fritas caseras
Prácticamente no hay persona que sea capaz de resistirse frente a unas deliciosas patatas fritas, y es que las mismas destacan por tratarse de una verdadera delicia que debería estar presente sobre todas las mesas.
Además, disfrutar de las mejores patatas fritas preparadas por tu cuenta, sin duda alguna es algo que no tiene precio.
Y es que al preparar este manjar en casa, tenemos la oportunidad de garantizar un exquisito punto de sabor y también un toque personalizado al acompañar las patatas con especias, bacon o queso, etc.; aunque por sí solas también representan una auténtica obra maestra del mundo gastronómico que deberíamos cocinar lo mejor posible a fin de conseguir una receta de restaurante, pero casera.
Es justamente por eso que en este artículo estaremos enfocándonos en cómo hacer las mejores patatas fritas caseras.
Ingredientes para preparar patatas fritas
Al querer preparar unas exquisitas patatas fritas caseras, únicamente se requieren pocos ingredientes comunes dentro de todas las cocinas y que tienen un precio bastante asequible:
- Patatas grandes, mejor aquellas que sean nuevas, para que queden más crujientes.
- Aceite de oliva suave.
- Sal y pimienta, al gusto.
Al contar con estos ingredientes, será posible hacer las mejores patatas fritas caseras, consiguiendo un resultado perfecto y crujiente, solo hay que seguir la técnica que estaremos presentando a continuación.
¿Cómo preparar las mejores patatas fritas en casa?
Para preparar unas increíbles patatas fritas resulta preciso tener en cuenta que será esencial freír las patatas en dos tiempos, algo fundamental para lograr que queden crujientes por fuera y al mismo tiempo, blandas en el interior.
En el caso de las patatas congeladas, considerando que las mismas suelen estar precocinadas con anterioridad, es posible ahorrarse la primera fritura; sin embargo, no son igual que las naturales.
1. Escoger las patatas
Lo mejor es no optar por patatas fritas congeladas, debido a que cuentan con un porcentaje más elevado tanto de sal, como de grasas saturadas.
Asimismo, existen ciertos fabricantes que suelen agregar químicos con el fin de reforzar su sabor y mejorar su conservación.
De modo que las patatas más idóneas para freír consisten en aquellas que son nuevas y/o tempranas, especialmente la patata agria, la cual destaca tanto por su gran tamaño como por su forma ovalada.
Tiene una piel fina, su aporte de azúcares es reducido, y logra ajustarse sin problemas a diversos procesos de cocción sin perder su sabor y calidad.
2. Cortarlas de un mismo tamaño
Podría parecer tonto, sin embargo, asegurarnos de pelar las patatas y cortarlas de un mismo tamaño resulta esencial para conseguir unas perfectas patatas fritas; de lo contrario, tendrán un tiempo de cocción distinto y, en consecuencia, todas no quedarán iguales.
Lo más acertado es cortarla con un grosor aproximado de medio centímetro, pero optar por aquellas más gordas como las belgas, con unos 7-8 milímetros, suponen igualmente una gran opción.
Ahora bien, el decidir cortar las patatas con o sin piel, es algo que depende de los gustos de cada persona, ya que las dos suponen alternativas válidas.
3. Ponerlas en remojo
Después de cortar las patatas, será necesario ponerlas a remojar dentro de un bol, a lo largo de 5 minutos, con el propósito de reducir el exceso de almidón y al mismo tiempo, prevenir que puedan pegarse entre sí al momento de la cocción.
De la misma forma, esto permitirá disminuir los niveles de acrilamida, que consiste en un químico presente en aquellos alimentos que poseen un alto contenido de almidón y cocinados a grandes temperaturas.
Después hay que escurrirlas y cerciorarse de secarlas completamente usando algún año limpio, o papel de cocina absorbente.
4. Primera fritura
Para empezar hay que freír las patatas a unos 140° por alrededor de 7-8 minutos y después, al encontrarse un poco doradas, aunque no completamente fritas, se deben retirar de la sartén.
Esto es esencial, a fin de evitar que las patatas fritas terminen quedando aceitosas, debemos utilizar suficiente aceite hasta cubrirlas totalmente.
5. Reposo
Después de llevar a cabo la primera fritura de las patatas, será necesario dejar que las mismas se enfríen lo suficiente para luego poder comenzar con su segunda fritura.
Para esto será conveniente esperar que pasen algunos pocos minutos; además, cabe decir que existen numerosos chefs que apuestan por colocarlas unos 20 minutos dentro de la nevera, para conseguir que las patatas logren compactarse y cojan más cuerpo durante la próxima fritura.
Sin embargo, en caso de no contar con suficiente tiempo, existe la posibilidad de saltarse este paso entre frituras, aunque será preciso tener en cuenta entonces que las patatas fritas no lograrán quedar demasiado crujientes no obstante, continuará siendo posible conseguir unas deliciosas y un poco crujientes patatas fritas.
6. Segunda fritura
La segunda fritura se debe llevar a cabo con una temperatura mayor a la de la primera fritura, es decir, de aproximadamente unos 180°.
La cocción debe durar alrededor de 2-3 minutos, de manera que sea posible lograr que las patatas consigan una textura crujiente por fuera, pero que en su interior se mantengan cremosas.
Asimismo, cabe señalar que al usar esta técnica se tiene la oportunidad de lograr que las mismas absorban una menor cantidad de aceite.
Escurrir completamente las patatas
Después de freír las patatas, será necesario colocarlas encima de un poco de papel de cocina absorbente con el fin de eliminar el exceso de aceite.
Después, basta con sazonarlas al gusto agregando sal y una mínima cantidad de pimienta. ¡Listo!