Historia Origen Ertzaintza

HISTORIA Y ORIGEN DE LA ERTZAINTZA

Si bien la creación de la policía autonómica del País Vasco concebida con el nombre de Ertzaintza fue creada en el año 1982 y con la Guerra Civil Española culminada hacía ya algunos años, hay mucha más historia que recorrer para remontarse al verdadero germen de esta fuerza policial vasca.

Ertzaintza: Historia Y Orígenes De Los Guardianes Del Pueblo

Los primeros cuerpos como policías profesionales fueron creados en el siglo XIX para dejar atrás los esfuerzos voluntaristas y construir fuerzas entrenadas para poder  detener el bandidaje que sobrevivía de las convulsiones políticas que el pueblo español vivía en el Siglo XVIII.

Los primeros bastiones de este tipo de cuerpos policíacos sucedieron durante la Primera Guerra Carlista, en la que el País Vasco y Navarra apoyaron casi de manera unánime al pretendiente Carlos María Isidro y por el otro lado, liberales y moderados unidos dieron su apoyo a María Cristina y a su hija Isabel.

En aquel entonces comenzaron su actividad dos cuerpos de milicia y policía: Los Migueletes de Vizcaya y Guipúzcoa y los Miñones de Álava.

La Policía Militar de Euskadi y posteriormente llamada Ertzaintza sería la nueva fuerza policial inaugurada durante la Guerra Civil en  el primer Gobierno Vasco de José Antonio Aguirre.

Esta fuerza suplantaría a la Guardia Civil y la Guardia de Asalto, existentes en Vizcaya con el fin de mantener el orden público. Esta nueva fuerza fue bautizada de esa manera por el escritor nacionalista Ernesto Urkiaga, quien fuera posteriormente fusilado por los sublevados.

Después de la dictadura franquista, en el año 1982 y tras dos años de entrenar a las unidades de élite en la localidad de Berroci, en Álava se inaugura la definitiva Ertzaintza con Juan Porres Azcona como director en aquel entonces.

En sus comienzos la Brigada Móvil utilizó una especie de capuchas con el objetivo de no ser reconocidos durante los fuertes enfrentamientos a causa de los conflictos sociales reinantes.

Desde ese entonces todo fue expansión y logros para Ertzaintza, sustituyendo a la Guardia Civil y la Policía no solamente en conflictos sociales que se repetían en diferentes momentos, sino también en actividades civiles como el tráfico y la seguridad ciudadana.

Durante la década de los 80 fueron reiterados los conflictos laborales y al estar los Ertzainas a cargo de prevenir los disturbios fueron consecuentemente tildados de ser una fuerza represora.

La ETA junto a Izquierda Abertzale comienzan en la década del 90 a aplicar lo que se llamó la Doctrina Oldartzen, mediante la cual se consideraba legítimo utilizar, aparte de la lucha institucional, la lucha armada.

En esta instancia de suma tensión, la Brigada Móvil toma el control de los espacios que Kale Bokorra quería ocupar. Las asperezas llegan al máximo para Ertzaintza, acusada por la izquierda abertzale de estar “en contra del pueblo”.

Frente a la agudización del estallido social la fuerza tuvo que enfrentar los disturbios con todos sus hombres, no solamente la Brigada Móvil, sino también los agentes encargados de las comisarías.

Estos últimos sufrieron la peor parte del conflicto, simbolizados en el agente Jon Ruíz Sagarna, quien sufriría quemaduras en más de la mitad de su cuerpo en los enfrentamientos.

Ingresados ya en la década del 2000 y sobre todo en el año 2002, la brigada móvil fue enviada a cerrar las sedes del partido político de ideología nacionalista Batasuna, luego de declarar su ilegalización.

También debieron disolver una marcha multitudinaria en la que este partido político declararía la suspensión de sus actividades y para ello debieron desplegar todas su potencial, estrenando entre otras cosas, nuevos camiones hidrantes.

Pero ETA no se quedaba de brazos cruzados y un año más tarde sale a la luz un plan de atentar contra la Brigada Móvil que iría a mantener el orden en un partido de fútbol. Quizás por el descubrimiento previo del movimiento que llevaría a cabo ETA, estos no provocaron ningún ataque en esa situación.

La presión que tuvo la Ertzaintza con respecto a todas las tensiones sociales y políticas desde su nacimiento hasta los comienzos de la década de 2010 se alivianaron en 2011, después de que la ETA anunciara el cese de la violencia.

En abril de 2012 y tres días después de un partido de fútbol un aficionado del Athletic llamado Iñigo Cabacas muere como consecuencia de haber recibido un pelotazo en la cabeza de parte de la Ertzaintza.

Desde ese entonces esta fuerza policial debe llevar visible el número de identificación de cada uno de los miembros en sus chalecos para diferenciar a cada uno, que hasta el momento llevaban verduguillos y no tenían ningún tipo de rasgo distintivo.

Desde ese entonces el problema de la Brigada Móvil pasó a ser las hinchadas radicales de fútbol, debiendo hacerse cargo de enfrentamientos durante los años venideros.

Un episodio que conmovería a fuerza fue la muerte del miembro de la Brigada Inocencio Alonso de 51 años, quien sufre un ataque al corazón en el intento de controlar los incidentes ocurridos entre las parcialidades del Spartak de Moscú y el Herri Norte Taldea, un grupo de hinchas de los más violentos del Athletic Club.

El ertzaina no presentaba ningún tipo de traumatismo ocasionado por otra persona, por la que el motivo de su deceso fue netamente cardíaco.

Actualidad de la Ertzaintza

Hoy en día la Ertzaintza tiene 25 comisarías repartidas en los diferentes distritos del País Vasco y algunas otras bases importantes.

Se han realizado campañas para lograr el ingreso de personal femenino, aunque todavía el 90 por ciento de la fuerza siguen siendo hombres. Tiene la consideración de “Policía Integral” de Euskadi y sigue siendo parte activa de la lucha contra el terrorismo así como también tiene tareas de Policía Judicial e investigación.

El cuerpo policial hoy depende del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, que es actualmente representado por Estefanía Beltrán de Heredia. El primer graduado de la primera promoción de Ertzaintzas, Gervasio Gabirondo es quién en la actualidad se ocupa del puesto de Jefe Operativo después de que en el año 2014 Jorge Aldekoa dejara el cargo.